Conservación de los Humedales del Lago Junín o Chinchaycocha
Perú (Sudamérica)
El ecosistema del lago Junín es de importancia local, nacional y regional en términos de biodiversidad, cultura y socioeconomía. Apoyamos a nuestro socio local ECOAN para proteger la biodiversidad en peligro mediante la gestión sostenible de los recursos naturales, la revalorización de las prácticas ancestrales, la participación de la comunidad y el gobierno, y el empoderamiento del liderazgo de las mujeres.
Unidos por la biodiversidad, la sabiduría ancestral y las mujeres
Contexto
El lago Junín o Chinchaycocha, situado en la sierra andina, es el segundo lago más grande de Perú y constituye el corazón de la Reserva Nacional de Junín. El ecosistema es una zona clave para la biodiversidad, con una gran variedad de aves, anfibios, peces, mamíferos y flora. En estado crítico, algunas especies endémicas que sólo se encuentran aquí, como las aves zambullidor de Junín y gallinetita de Junín, y la rana gigante de Junín, están en peligro de extinción. El lago es un depósito de agua clave para el país, que abastece las necesidades hídricas para el consumo y la agricultura de muchas comunidades situadas aguas abajo. Las turberas características de esta zona, son un importante almacén de carbono. Este ecosistema se ha visto especialmente perjudicado por las actividades mineras contaminantes, la mala gestión del agua que provoca sequías e inundaciones, la extracción ilegal e insostenible de turba que daña el suelo y degrada la flora, el cambio climático y el pastoreo excesivo de ganado. La salud de la Reserva del Lago Junín es de gran importancia para las comunidades locales, el país y la región.
Impacto
El desarrollo cultural de la comunidad local, a lo largo de cientos de años, está estrechamente ligado al territorio y a los servicios del ecosistema. A modo de ejemplo, su principal actividad económica es la ganadería bovina, que depende de pastos sanos y abundantes; la gestión y el almacenamiento del agua son fundamentales para soportar las estaciones secas; la turba es la principal fuente de energía para la calefacción y la cocina domésticas. Para que las intervenciones destinadas a proteger y restaurar el ecosistema tengan éxito, es necesaria la participación integral y permanente de la comunidad y su sabiduría. Son actores clave desde el diagnóstico hasta la ideación, ejecución y supervisión de las actividades. La contribución externa se orienta a mitigar el efecto acumulativo de los impactos negativos y a hacer que las prácticas ancestrales de gestión de recursos, ya sostenibles, lo sean aún más en el contexto actual. Por ejemplo, escalar técnicas ancestrales de siembra de agua basadas en infraestructuras naturales, rotación del pastoreo, introducción de técnicas de extracción de turba menos dañinas y la siembra de turba para evitar la degradación del suelo y la flora.
Colaboración
Nuestro socio local, ECOAN, ha colaborado con las comunidades locales, el gobierno y otras ONG conservacionistas como Wetlands International, para proteger y restaurar este ecosistema de gran biodiversidad e importancia cultural y socioeconómica. Particularmente en esta zona, las mujeres han asumido funciones de liderazgo, como consecuencia de la emigración de los hombres por motivos económicos. En el contexto de una sociedad patriarcal, esto ha supuesto tanto una oportunidad como un reto para las mujeres, que a menudo tienen valor y determinación pero carecen de confianza y capacitación. Nuestra contribución consiste en apoyar a las mujeres líderes locales para que identifiquen y lleven a cabo actividades adicionales dentro del marco más amplio ya existente. Es una oportunidad para cuidar de la Pachamama, la Madre Tierra, y contribuir a un proyecto de gran impacto sistémico, honrando y reconociendo al mismo tiempo las tradiciones ancestrales.